El Camino Jacobeo del Ebro es uno de los Caminos históricos a Santiago de Compostela. Recogía aquellos peregrinos procedentes del Mediterráneo que seguían el gran río Ebro como referente para acercarse al Camino Francés. Nace en Tortosa y sube junto al Ebro pasando por Gandesa, Caspe, Zaragoza, Tudela, Alfaro y Calahorra hasta Logroño donde se une con el camino que desciende de Roncesvalles. Atraviesa Navarra durante unos 40 kms.  hasta que sale a tierras riojanas entre Castejón y Alfaro.

Este camino entra en Navarra por la localidad de Cortes.

El edificio más emblemático de Cortes es su castillo. Data del siglo XII, su imagen está ligada a la del rey navarro Carlos III, que se hospedó en él a menudo con motivo de sus cacerías. En el siglo XVI se reformó el castillo, consiguiendo un carácter de palacio señorial con el actual recinto amurallado de macizos torreones semicirculares flanqueando la entrada. En el siglo XIX hubo más reformas, como el escudo barroco de la familia Jaureguizar que se colocó en la portada principal. El actual Parque Público antes era la huerta del castillo. Hoy se ha convertido en un parque de gran valor naturalístico, con patos de diferentes especies, ocas y cisnes en el estanque. La Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, que comenzó a construirse en la segunda mitad del siglo XVI, cierra este conjunto monumental. Hay que destacar, también, que Cortes cuenta con uno de los más destacados poblados de la Edad de Hierro en España, en el sitio del Cerro de la Cruz.

Una vez que hemos atravesado Cortes, y siguiendo la carretera en dirección a Buñuel, a 2 km. nos encontramos el Canal Imperial proyectado en 1528 por el emperador Carlos V y finalizado en el S. XVIII de la mano de don Ramón de Pignatelli, quién fallecerá habiendo llevado el canal hasta pasada Zaragoza, pero sin alcanzar su gran sueño de prolongarlo hasta el mar.

Después de caminar unos 10 kilómetros en compañía de terrenos de uso agrícola y las aguas del canal, se llega a Ribaforada, población ligada al desarrollo de la agricultura de regadío, que queda a la izquierda, al otro lado del canal.

Continuando el camino durante unos 5 kilómetros más, llegamos a El Bocal, lugar de nacimiento del Canal Imperial que bien merece una visita por su tranquilidad y la belleza del paisaje. En este paraje se contempla la Presa Vieja y el llamado Palacio de Carlos V, edificio de rasgos mudéjares. Los jardines que rodean el edificio son del siglo pasado, y cabe destacar un roble centenario que ha sido declarado Monumento Natural. Una carretera conduce al otro extremo del meandro del río donde está la llamada Casa de las Compuertas y la presa nueva, construida en 1790.

Pasaremos sobre un canal auxiliar por un puente y ante la puerta de entrada de la finca El Carrizal, bordeamos esta gran finca y nos acercamos a la vía del tren. Así llegamos a Tudela, ciudad a la que entramos pasando la vía del tren a través de un puente.

El Camino Jacobeo a su paso por Tudela está marcado por unas conchas de bronce que indican primero como llegar hasta la Catedral y segundo como salir de la ciudad en dirección Castejón.

Así pues, las conchas de vieira, símbolo de la peregrinación jacobea, nos indican en primer término la ubicación del Albergue Municipal de Tudela, que es albergue juvenil y también de peregrinos.

Enseguida llegamos al Casco Histórico de la ciudad, entramado de calles estrechas, retorcidas, con adarves, escaleras, … Esta estructura medieval se disfruta paseándola, y de este modo descubrimos rincones que nos cuentan que ya estuvo habitada en época musulmana, que también hubo un barrio judío muy poblado en la Edad Media, en convivencia con la cultura cristiana de la que tenemos bellos ejemplos en distintos edificios religiosos.

Sin desviarnos de lo que nos indican las vieiras empieza llamándonos la atención el Palacio Marqués de San Adrián, edificio renacentista. En la plaza de San Jaime, haciendo esquina con la calle Verjas y la calle Roso aparece ante nosotros el Palacio Decanal, edificio que se empezó a construir en el siglo XV y que en la actualidad alberga las instalaciones del Museo de Tudela. Cuando salimos de este museo, nos espera la ?Puerta del Juicio? de la Catedral Tudelana., presenta una rica y variada escenificación del Juicio de Final con los Justos y los Condenados, mostrándonos al mismo tiempo cómo era la sociedad medieval tudelana de aquella época y sus costumbres.

Ahí mismo encontramos la Oficina de Turismo o Punto de Encuentro de Tudela, donde podemos recabar toda la información que necesitemos para nuestro viaje además de sellar la Credencial del Peregrino.

Proseguimos en la misma calle, encontrándonos con otros dos edificios singulares: el Ayuntamiento y el Museo Muñoz Sola de Arte Moderno. Este museo es una novedad en la ciudad y atesora una colección de pinturas de los siglos XIX y XX.

Es en este punto cuando las conchas nos indican girar a nuestra derecha, con el objetivo claro de continuar bordeando el edificio de la catedral, hasta la calle Portal. Sin duda, merece la pena contemplar también otras dos portadas con decoraciones románicas, la torre barroca, la techumbre pintada del lado Sur,…

La calle Portal nos lleva directamente hasta la iglesia de la Magdalena.

Y ya vemos el puente sobre el río Ebro, símbolo de la ciudad, pues es la imagen central de su escudo.

Al pie del puente se sitúa una señal que nos indica por dónde seguir. Se trata de un carril bici y de paseantes que va paralelo a las vías del tren, sin haber cruzado el puente. Salimos de la ciudad en dirección a Castejón por una zona de especial valor ecológico, Los Sotos del Ebro.

Por último, la última población que nos encontramos es la de Castejón.

Esta villa es un importante nudo de comunicaciones ferroviarias. Si paseamos por esta población y entramos en su iglesia de San Francisco Javier, contemplaremos un interesante retablo manierista del siglo XVI. También llama la atención del viajero el fuerte fusilero de la estación y es también recomendable la visita del museo del Ferrocarril.

En breve salimos ya de la Comunidad Foral de Navarra, continuando nuestra ruta en Alfaro.

¡Buen viaje y buen camino!